antonidavia 8 noviembre, 2020

Uno de los aspectos más importantes para el éxito de un sistema informático es la adaptación a las necesidades del usuario, tanto en funcionalidad como en experiencia. Tanto es así, que estamos asistiendo a una evolución en la arquitectura de los sistemas, donde cada vez se aceptan menos las pantallas de algunos ERP, y se tiende al desarrollo de front-end en otras tecnologías.

En estos proyectos, ya no le pedimos al usuario que aprenda, se acostumbre y se adapte a lo que hay, sino que empezamos una fase de diseño conjunto, que es fundamental. Y en ella, hay que evitar algunos errores básicos:

  • No hay que externalizar completamente el proceso de diseño – algunos jefes de proyecto tienden con el tiempo a buscar externos que lo hagan todo. Creo que es un claro error. La toma de requerimientos de las interfaces (pantallas) debe hacerla el jefe de proyecto, a través de herramientas de diseño que debe manejar de forma básica él mismo, tal como usa el PowerPoint o Project. No hablo de la maquetación, ni del formato, pero si por lo menos de un boceto. El diseño es nuestro contrato con el usuario y hay que darle la relevancia que tiene.
  • El diseño de las páginas es una fase previa y separada del proyecto de desarrollo – para realizar una valoración de un proyecto de front-end, el proveedor tiene que tener definido qué tiene que hacer con un nivel suficiente de concreción. No hacerlo es asumir riesgo, retrasos y sobreprecio.
  • Dedicar infraestructura y servicios específicos para el diseño – el diseñador y maquetador habitualmente no es el programador (debe ser alguien con cierto gusto estético). A ser posible, cada función debería realizarla un equipo distinto. Primero viene el diseño a partir de un primer boceto del jefe de proyecto, sobre herramientas propias de la empresa. Igual que tenemos un entorno de desarrollo para probar y conservar el código, defiendo que es igual de necesario un entorno de diseño propio (Sketch, Figma…). Forma parte del entorno de programación de la empresa, como un GitHub o un Jenkins.
  • Aplicar principios de design thinking – la participación del usuario como parte del proceso no es opcional. Si cuando vamos a por la aceptación de un proyecto nos sentimos como yendo a pasar un examen, lo estamos haciendo mal. Cuando es más importante que participe el usuario es en la fase de diseño y UX, no debemos iniciar el desarrollo hasta que no tengamos un consenso sobre el diseño, e incorporar el concepto de prototipo como algo habitual.

Reflexionar sobre cómo hacemos estas primeras fases de los proyectos da unos resultados muy interesantes, os animo a pensar sobre ello.

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